El fútbol, más que un deporte, es una amalgama de historias de esfuerzo, adaptación y compañerismo. Uno de estos relatos se desarrolla en el FC Copenhague, donde el joven talento mexicano, Rodrigo Huescas, encuentra apoyo en un compañero con un legado futbolístico notable: Jordan Larsson, hijo del legendario Henrik Larsson, exjugador del FC Barcelona.
Henrik Larsson: Un legado en el FC Barcelona
Henrik Larsson dejó una marca imborrable en el FC Barcelona desde su fichaje en 2004. Durante su estancia, contribuyó significativamente a los éxitos del club, ganando dos Ligas de España, una Supercopa y una Liga de Campeones. Estos logros no solo elevaron su estatus en el mundo del fútbol, sino que también influyeron profundamente en su familia. Su hijo, Jordan Larsson, creció inmerso en este ambiente futbolístico, aprendiendo español y desarrollando una afinidad por el deporte que ahora practica profesionalmente.
Jordan Larsson y Rodrigo Huescas: Un vínculo forjado en la cancha
Rodrigo Huescas, canterano del Cruz Azul, se encuentra en su primera aventura en el fútbol europeo con el FC Copenhague. La adaptación a un nuevo país y a un entorno futbolístico diferente puede ser un desafío monumental, especialmente cuando las barreras lingüísticas se interponen. Aquí es donde Jordan Larsson entra en juego. Habiendo aprendido español durante su tiempo en España, Larsson se ha convertido en un puente esencial para Huescas, ayudándole a navegar tanto dentro como fuera del campo.
“Con Diogo Gonçalves somos los que más hablamos con él. Le hacemos de intérprete, tanto dentro como fuera de la cancha. No soy perfecto en español y de vez en cuando me confundo con la gramática, pero él puede entenderme bien”, reconoció Larsson en una entrevista reciente con un medio danés.
Larsson no solo traduce palabras, sino que también ofrece consejos valiosos sobre la vida en Copenhague y el funcionamiento del club.
“Conversamos de todo, desde preguntas relacionadas con el entrenamiento hasta dónde debería vivir. Sé lo difícil que es llegar a un club nuevo y, especialmente para él, que no habla inglés, es importante tener a alguien que pueda decirte cómo se hacen las cosas en el club. Cuanto antes pueda adaptarse y sentirse como en casa será mejor para el equipo”, añadió Larsson.
El desafío de la adaptación y la importancia del compañerismo
La adaptación de Huescas no ha sido un proceso solitario. Diogo Gonçalves, otro compañero de equipo, también ha jugado un papel crucial como traductor. Sin embargo, la posible salida de Gonçalves a un equipo de la MLS podría dejar a Huescas con un apoyo menos en el vestuario. A pesar de esto, la presencia constante de Jordan Larsson es un alivio significativo.
Larsson, a pesar de jugar menos de lo esperado, no tiene planes de abandonar el equipo.
“Es frustrante y molesto, pero no debo enojarme, sino luchar para que me dejen jugar. Antes de venir a Dinamarca me mudaba a menudo, pero tengo un hijo de tres años y otro recién nacido, así que mi familia necesita paz. Helsingborg, mi hogar, está a una hora de aquí y a mi familia y a mí nos encanta Copenhague”, explicó Larsson.