Omar Bravo está por cumplir dos semanas en reclusión tras ser imputado por el presunto delito de abuso sexual infantil agravado. Y dentro del proceso, hay cuatro fechas clave en el caso. Las cuales podrían ser determinantes durante la investigación complementaria para probar la inocencia o culpabilidad de la leyenda de Chivas.
Las cuatro fechas clave
El abogado de la presunta víctima, Juan Soltero, reveló que son cuatro momentos en específico en los que la defensa del ex futbolista de Chivas debe demostrar su no responsabilidad. Pues además del 10 de mayo de 2019, en la que se centró la audiencia en la que se le vinculó a proceso, hay otras tres que no han sido rebatidas.
En una entrevista con la periodista y abogada Ahtziri Cárdenas, el representante legal de la menor señaló que durante la audiencia, la defensa no dijo nada sobre los otros hechos. En referencia a los otros tres días clave para este proceso.
Juan Soltero explicó que particularmente se fijaron cuatro fechas. Y a Omar Bravo, al momento de imputarlo, se le hicieron saber las circunstancias de tiempo, modo, lugar y ocasión de cómo sucedieron los hechos. Y estos no sólo habrían ocurrido el 10 de mayo de 2019.
Las otras fechas en las que la defensa no se enfocó son el 13 de febrero de 2021, el 23 de septiembre de 2024, y el 18 de septiembre de 2025. En éstas, la menor sostiene que ocurrieron los hechos correspondientes al delito del que se le acusa al ex jugador de Chivas.
No obstante, el abogado de la presunta víctima señaló que en la declaración que dio Omar Bravo en la audiencia, únicamente se refirió a la fecha del 10 de mayo de 2019. Y al igual que mencionó la defensa, aseguró que se encontraba en Los Mochis para celebrar el Día de las Madres.
¿Por qué no admitieron las pruebas de la defensa?
Leobardo Treviño, abogado de la ex joya de Chivas, mencionó después de la audiencia que el juez consideró insuficientes las pruebas que presentaron. Ahora, Juan Soltero reveló por qué no se admitieron estas presuntas evidencias.
Señaló que la defensa presentó copias simples de los pases de abordar. Las cuales no tenían códigos QR para verificar su autenticidad. Además de que pertenecían a aerolíneas que ya no existen actualmente. Por lo que no había manera de corroborar que fueran verídicas.