Arnulfo Castorena nació un 27 de mayo de 1978 en Guadalajara y es padre de siete niños. Oriundo del estado de Jalisco, este miércoles se consagró tetracampeón paralímpico.
El paratleta alternó su infancia entre la tragedia y el abandono. Es por eso que su historia de vida y superación inspira y emociona al mundo del deporte.
Arnulfo Castorena y una trágica vida transformada por el deporte
Desde su llegada al mundo, Arnulfo debió tomar coraje y salir adelante. Su madre falleció en el parto y su padre lo dejo huérfano al saber que tenía una discapacidad que implicaba un mal desarrollo de las piernas y la falta de su brazo izquierdo.
Su abuela materna doña Todosia se encargó de él y lo llamó cariñosamente ‘Cocoliso’ como el recordado personaje de Popeye. Ninguna escuela en Guadalajara lo aceptó por su discapacidad, y un internado en Ciudad de México fue donde se formó y aprendió a leer y escribir. En este lugar, con el cuidado de monjas, recibiría prótesis y descubriría su pasión por el deporte.
Un día, una de las monjas apodada ‘Sorchiva’ por su afición al Rebaño Sagrado llevó a un grupo de pequeños a la piscina. Arnulfo, lejos de tener miedo, se arrojó al agua y lograba flotar con sólo un brazo. Hasta se animaba a tirarse del trampolín más alto sin miedo.
Tiempo después, las monjas le dieron la dura noticia de que su querida abuela había fallecido. Después pasó un tiempo con su tía Consuelo, que enfermó y debió subsistir solo. Vendió chicles y lavó parabrisas para ahorrar y comprar un viejo patín a su vecino ya que las prótesis le quedaban pequeñas. A los 18 años tuvo la chance de mostrar su capacidad en la natación y desde ese momento no paró de hacer historia.
Un héroe nacional: cuarto oro olímpico a sus 46 años
Este miércoles en los Juegos Paralímpicos París 2024, Castorena volvió a hacer historia tras conseguir el oro olímpico en la prueba de 50 metros pecho, clase SB2.
Sin embargo, no es la primera vez que llega a lo más alto. En Sidney 2000 también ganó la presea dorada en esta misma competencia. Luego, fue medalla de bronce en Atenas 2004 y plata en Londres 2012. Este es su tercer oro consecutivo tras obtenerlo también en Rio 2016 y Tokio 2020.
Su carrera sin dudas que es una fuente de inspiración, y por lo pronto, parece que continuará unos años más. El propio paratleta confirmó que no planea retirarse de la natación ya que es un trabajo que ayuda a mantener a su familia.