La imagen del héroe que venció al cáncer para ganar siete veces la Tour de Francia ha cambiado por la de un hombre sin honor… y su pintura de figura se sigue desgastando más rápido que la de un lienzo expuesto a la intemperie. Lance Armstrong está muy lejos de sus mejores tiempos.
Esta vez, el otrora multicampeón cometió el pecado de echar por delante a su pareja cuando la policía investigaba un accidente de tránsito provocado por el mismo Armstrong cerca de un hotel en Aspen, Colorado. La historia, que hoy se filtró a los medios estadounidenses, ocurrió en diciembre de 2014, cuando Lance conducía en estado inconveniente y chocó con dos automóviles estacionados.
Tras la llamada de un vecino a la policía y la aparición de los agentes, Anna Hansen, novia de Armstrong, asumió la culpa del incidente indicando que esa noche ella había conducido porque su pareja había “bebido un poco”. Sin embargo, los oficiales continuaron investigando y se comprobó que era el ex ciclista quien conducía el automóvil. Hansen reconoció posteriormente la mentira y afirmó que fue una decisión conjunta para “proteger a la familia Armstrong” de los medios de comunicación.
El ex atleta podría ser castigado con 90 días de prisión y pagar una multa de entre 150 y 300 dólarespor haber falseado sus declaraciones y provocado el accidente.