Por: Roberto Quintanar
Fernando Alonso no tiene otra alternativa que ser sincero consigo mismo. Cuatro años de frustraciones y quedarse en la orilla terminaron por hartar al asturiano.
Su expresión desde hace tiempo no era la de alguien satisfecho. Luego de ser uno de los pilotos con mayor proyección para construir un imperio, Fernando se quedó en el camino y no ha podido repetir los momentos mágicos vividos con Renault en 2005 y 2006, cuando marcaba el paso en la Fórmula 1. Ahora, con muchos trabajos puede mirar las placas a los Mercedes de Lewis Hamilton y Nico Rosberg, así como tampoco pudo hacerlo cuando Sebastian Vettel ganaba con la mano en la cintura cuatro campeonatos para Red Bull.
“Ferrari te da un sentimiento especial”, afirmaba Alonso cuando no tenía mucho tiempo de haber firmado con la escudería italiana. “Cuando estás en el mejor equipo del mundo, tienes que ganar o debe hacer tu compañero de equipo”, aseguraba haciendo pensar que en su pecho y piel llevaba impresos el caballo negro y el color rojo.
Sin embargo, de 2010 a 2014, el piloto español ha sumado algunas pocas satisfacciones que son insuficientes para alguien que tiene en la cabeza el título mundial; cualquier otra cosa, es un fracaso. Por ese motivo, su amor hacia Ferrari se fue evaporando hasta decidir no continuar con aquel “sentimiento especial” y tratar de volver a los primeros planos del automovilismo internacional.
La verdad se conoce tarde o temprano. Luca Cordero de Montezemolo, ex presidente de Ferrari, explicó a la cadena italiana RAI los motivos de Alonso para dejar al que consideraba mejor equipo del mundo: “Fernando se va por dos razones. Uno, porque quiere probar otro ambiente, y dos, porque tiene una edad en la que no se puede esperar más para ganar otra vez. Está decepcionado porque no ganó en estos años y quiere nuevos estímulos”.
El otrora bicampeón salió de Renault pensando en la grandeza de McLaren y luego, al no encontrarse cómodo, la buscó en Ferrari. Pero ninguna de las dos fórmulas resultó como él esperaba. Hoy, todo indica que el asturiano irá a Red Bull, equipo que parece ofrecer la competitividad que él necesita para volver a la cima.
Sin embargo, esta vez debe ser un golpe de timón definitivo o la resignación a dejar en el pasado su mejor época. Nuevos nombres han surgido y el equipo al que irá tiene que replantear algunas cosas para regresar al mando de la máxima categoría. Ambas partes buscan lo mismo: reencontrarse con el número uno… pero para una de ellas parece ser la última oportunidad de decir “soy el mejor”.