Empiezan como un estudiante emocionado por su primer día de clases, pero al ver que las cosas se ponen pesadas todo se va para abajo poco a poco, dejan de echarle ganas y los buenos resultados no se dan.
Inician como candidatos al título y terminan como una decepción del torneo. Les llega su primera derrota y ya no saben qué hacer. La afición ha visto en los últimos años temporadas para el olvido, o también la esperanza de clasificar en las últimas jornadas. Algunas veces lo hacen, pero llegan América o Tigres y los bajan de su nube con golizas.
Para acabarla, se les han ido estrellas. Probablemente no aguantaron las malas rachas de los universitarios. Parecía que con Patiño se iban a acabar, pero ha sido más de lo mismo.
A ver si Pumas no se vuelve el nuevo ilusionista de la gloriosa Liga MX. En sus últimos dos partidos apenas rescataron un punto. Los aficionados auriazules deben aguantar, sí, un poco más. En una de esas y despiertan, ya lo necesitan. Eso si no quieren ser la nueva burla de la liga, parece que la Máquina les va a dejar el puesto libre.