La final les pertenece…la dupla que ha jugado perfecto, lo logró, acabó con los ingleses que intentaron, pero con Ivan Rakitic y Luka Modric en la cancha sus intentos fueron inútiles.
El juego inició con un Modric desconocido que le regaló la jugada al rival para el gol de vestidor en contra. La dupla se vino abajo el primer tiempo, no generaron en el primer tiempo. Para el segundo cambiaron el chip pasó del error a jugar sorprendente. Arriba, abajo, en las bandas, ¡Por todos lados salía este fantasma!
A Rakitic tampoco lo vimos en el primer tiempo, jugaba como los niños, sólo detrás del balón. No peleaba y no ayudaba en lo absoluto. La dupla letal apareció en el 64', en una de las jugada más peligrosa de Croacia con un cañonazo de Perišic ¡Estuvo a nada! Se cruzó Walker y evitó el empate.
Aunque en el primer tiempo ninguno de los dos pudo aparecer por el gran juego inglés, para el segundo se quitaron la sábana y fueron los maestros de la orquesta croata que vino de atrás para alcanzar su primera final.