Se le acabaron las oportunidades de ganar el Mundial que tanto le ha faltado. Francia se encargó de acabar con su sueño y la Pulga no pudo hacer nada para evitarlo, literalmente.
Inició como falso nueve. Parecía que lo veríamos jugar más suelto, pero no fue así. La defensa francesa liderada por Umtiti, su compañero en Barcelona, lo supo encerrar. El argentino acabó desaparecido por un tiempo.
Los minutos pasaron. Cayó el primer pirulo de les Bleus y se empezó a sentir la presión. Retrocedió poco a poco hasta hacerse un mediocampista más. Estuvo incómodo y no ayudó en nada.
Con el golazo de Di Maria, Lionel quiso echarle un poco más de yaytsa. En el segundo tiempo puso una asistencia accidentada para el gol de Mercado.
MESSI con el disparo, Mercado la desvía y GOL. pic.twitter.com/rV0gPPVcuC
PUBLICIDAD— Fiebre Culé (@FiebreCuleMedia) June 30, 2018
A partir de los goles de Pavard y Mbappé, Argentina y la Pulga se congelaron, dejaron de dar batalla. Messi se resignó a estar desaparecido. Terminó el partido con cara de tristeza por no poder meter las manos otra vez en favor del equipo.