El Pelado se convirtió en uno de los mejores técnicos extranjeros que han llegado al futbol mexicano. Hizo de Chivas un equipo ganador. También supo ganarse a la afición gracias a su estilo de juego. Matías deja enseñanzas que muchos entrenadores de la Liga MX deberían aprenderle.
Todos forman parte del equipo
Desde los útileros hasta los directivos, cada esfuerzo o acción que llevan a cabo contribuye a los logros de la plantilla, y más en la obtención de un título. Chivas no fue solo un equipo, era una familia.
Nadie está por encima del otro
No por ser el técnico del Rebaño podía sentirse superior a los jugadores o a los miembros del cuerpo técnico o de la institución. Sin importar el puesto, el Pelado siempre tenía un trato igualitario y sencillo para todos. Una pequeña muestra de humildad para todos.
Siempre estaba disponible
Se tratara de un problema o de un consejo que requieran los jugadores, ellos sabían que sin importar la hora o el momento, podían encontrar en Matías a alguien que los escuchara y les hablara con la verdad. Si metían las cuatro o no pudieran dormir por contar sus sueños, el Pelado los escuchaba.
Trabajó el aspecto mental
Les demostró a todos que los obstáculos estaban solo en su mente, que podían llegar tan lejos como ellos se lo propusieran. Y no hablaba nada más por hablar o hacerlos sentir bien, siempre ponía su experiencia como ejemplo.
Pasión por lo que hace
Como jugador se desvivía por el equipo que defendía o para el que jugaba, como técnico nunca quedo a deber. Gozaba como ninguno los triunfos, sufría más que los jugadores las derrotas, pero siempre buscaba aprender de todo para mejorar. Como jugó, dirige; con la misma pasión.