Por Asairi Nava
Su llegada al Rebaño parecía la solución para todos los problemas que se dieron entre la directiva y el equipo, pero no fue lo que imaginamos y todo terminó en tragedia. Más que tomar decisiones acertadas lo único que al parecer hizo fue meter una y otra vez la pata.
Llegar a chivas
Mucho se comentó que Guadalajara no necesitaba a nadie que ocupe ese puesto gracias a que Matías hizo muy bien esas labores. No había necesidad de arruinar lo construido a la perfección.
No respaldar lo que dijo como comentarista
Varias veces dijo que el equipo estaba mal manejado, refiriéndose a José Luis Higuera, a quien tachó como gente que no es del futbol. Al ser elegido como director deportivo tuvo en sus manos la oportunidad de aportar para que cambiara de rumbo, pero prefirió hacerse de la vista gorda.
No tener una buena relación con el Pelado
Su llegada a Chivas no le cayó muy bien al argentino; Paco en lugar de tratar de hacer que Almeyda cambiara de parecer. Se dedicó a que la relación fuera más fría con sus declaraciones. El saltarse sus decisiones sólo fue la cereza del pastel.
No sanó las heridas del vestidor
Después del trato que recibió Alanís, los jugadores tenían una enorme desconfianza hacia Vergara y compañía, cosa que no pudo componer De Anda. Todos tenían la esperanza de seguir juntos bajo la sombra del Pastor, pero ahora no tienen la seguridad ni la confianza de seguir dentro de la institución.
Desentenderse de los problemas económicos
Hizo saber que el Rebaño atravesaba por una fuerte crisis económica, misma que no les permitirá reforzarse como quisieran de cara al siguiente semestre. En lugar de encarar la situación y ponerle el pecho a las balas, se refirió a que los problemas actuales fueron antes de que él llegara, por lo que vería que puede hacer para resolverlos.