Por Asairi Nava
Estuvieron taaan cerca de participar en el Mundial, se hicieron tantas ilusiones, imaginaron festejos por posibles goles y hasta soñaron que levantaban la Copa, pero se quedaron fuera de la convocatoria. Ahora sólo se dedican a expresar todo su enojo sin tomar en cuenta que tienen oportunidad de ser llamados si hay algún lesionado o un jugador declina.
Renunciar a la Selección
Se trate de un jugador veterano, un crack consagrado o un joven que apenas labra su camino internacional, tomar esa decisión es lo peor que puede hacer en este momento. Nunca sabe si de repente lo va a necesitar de emergencia el entrenador.
Expresar el enojo en redes sociales
Ya sea con un mensaje directo o con las acostumbradas pedradas o indirectas, únicamente logrará aumentar el veto o la negación a que aparezca en la lista de posibles sustitutos. Así que a pensarle bien, no vaya a ser que tuviera cupo y por un berrinche se le niegue.
Desaparecer de las redes sociales
Desactivarte y no felicitar a tus compañeros convocados muestra la poca madurez que puede tener un jugador. Evitar una manifestación de apoyo cierra puertas ante un eventual llamado.
Permitir que tu familia diga cosas por ti
No importa que sea un dulce halago o una cruel dedicatoria, los familiares deben contenerse porque, del lo contrario, pueden perjudicar a su ser querido. Que le pregunten qué piensa ahora el papá de Nahuel Guzmán.
Reunir firmas para un llamado
Recurrir al respaldo de aficionados para presionar al DT sólo fortalecerá su convicción de que tomó la mejor decisión al cepillarlo. Retar la autoridad del entrenador es renunciar por completo al sueño mundialista.