Por Alejandro Miranda
Se acercaba el tercer partido de la fase de grupos de Brasil 2014, uno de los más decisivos tanto para México como para Croacia. Era todo o nada, quien ganara se clasificaba a octavos, dependían de si mismos.
Como en el 2002 los croatas empezaron a menospreciar a los nuestros. Días antes del partido, Luka Modric salió a hablar en conferencia de prensa donde se sintió muy seguro de él mismo y desde luego, de su equipo.
Mencionó que México no tenía las individualidades que ellos tenían, se creyeron superiores desde antes de entrar a la cancha. Lo picante fue cuando hizo referencia a nuestro Memo Ochoa que estaba que no creía en nadie.
Lukita confesó que era bueno, más no invencible y que con todo respeto su compa Mandžukic le había anotado gol a mejores porteros que el nuestro.
A la mera hora toda esas palabras se fueron a la coladera, Mandžukic no hizo ningún gol gracias a su falta de puntería y desde luego porque Ochoa tapó todo. En la última jugada del partido apareció Periši? para fallarla y fue ahí donde François hizo un gesto con su mano de que eran pura lengua.