Por Estanislao Rodallega
Cuando se fue dijeron que se le iba extrañar mucho. Todos los americanistas pronosticaron que la defensa sería una avenida por su ausencia. Aventaron la apuesta de que en este torneo el equipo no iba a dar una. ¡Y miren! Hasta invicto está. ¿En verdad ha pesado que Pablo Aguilar se haya ido? La respuesta parece ser que no.
América ha recibido siete goles hasta ahora. No pierde. En Concachampions ni se despeina. Gran parte del buen paso se debe al orden defensivo que procura el Piojo. El trabajo que han hecho Bruno y compañía en la parte de atrás, no hace notar que Pablito haga falta.
El tiempo parece haberle dado la razón a Herrera. Le dio las gracias al paraguayo a expensas de aguantar la despiadada crítica de aficionados que no creyeron en que tomó una decisión acertada. Resultados y funcionamiento del Ame son los que hablan.
Ni modo mis estimados azulcremas adoradores de Pablito, el buen Miguel demuestra que atinó al decirle adiós.