Por Alejandro Miranda
El América cada vez más demuestra su grandeza, no lo digo yo, lo dicen los números, la historia y el momento que pasan. Contra Veracruz, las cosas se complicaron solo como ellos lo saben hacer, jugaron y dejaron jugar para hacer que el Tibu se confiara.
El éxito actual no solo es con los hombres, también con el Ame Femenil que junto con Toluca, lideran la competencia con 16 puntos. Digo que es lo de hoy, no por moda, sino por el nivel de toda la institución, de jugadores e incluso utileros. ¿Por qué decimos esto? Por los siguientes motivos…
1.- Una familia
Quedó claro desde el momento que decidieron tomar la foto oficial con ambas categorías. La esencia y armonía del club hace que sean más que compañeros, una familia. Lo que hace uno, lo hace otro, van al mismo nivel y no se dejan caer.
2.- Trato por igual
Equidad de género en su máxima expresión donde chavas y chavos conviven sin importar nada. A comparación de otros equipos, aquí no existen problemas con el sueldo, con el respeto y demás. Saben que lo que hace grande a las personas y a un equipo, es el respeto y la no discriminación.
3.- La grandeza es algo que se inculca
Así como tu papá te enseño a amar los colores de niño, también aplica con las muchachas que desde su llegada al equipo, saben a que se enfrentan y lo que se debe lograr. Su mentalidad es ganadora, no le temen a nada y se basan en la gloria que han conseguido los varones.
4.- Convivencia el uno con el otro
Flipan en sus respectivas ligas debido a que se dan consejos el uno al otro. Que mejor que compartir ideas, recomendaciones y tácticas como lo hizo Darwin Quintero al visitarlas en un entrenamiento. La alegría de estar en un club como América se contagia, nada de que no se hablan ni esas cosas.
5.- El objetivo es igual
Objetivo y mentalidad van de la mano, este club sin importar la categoría, siempre se le obliga a lucir, presumir su grandeza y obtener títulos. Así sea Lucero Cuevas u Oribe Peralta, ambos deben guiar al equipo a donde pertenece, ser líderes y respetar el escudo. Primero es el invito y el liderato, después se viene lo grande.