Por Leonardo Escobedo
Era de esperarse. Desde el Clausura 2008 Necaxa no ha vuelto triunfar en casa ante Chivas. Bueno, ni siquiera de visitante. Su afición estuvo presente estadio Victoria. De los 23 mil que asistieron, un 70% eran los chivahermanos. Como siempre suele suceder. Cualquier equipo que pise la cancha de los Rayos suele jugar de local, a menos de que sea el Veracruz, allí podremos ver un juego en que la Sobredosis será predominante.
LA IRREVERENTE
Fiel al equipo. La cercanía de Jalisco y Aguascalientes ha sido un factor importante para que pudiera estar presente. Bastaba con que empezaran con el ya marcado “Dale dale dale Rebaño” para que el estadio retumbara con gran fuerza y la Sobredosis tan sólo hiciera un poco de ruido. En el inmueble se sentía el apoyo incondicional de los chivahermanos.
LOS PAMBOLEROS
¡Vaya! Lo que hago por no querer decir villamelones. En Aguascalientes no están acostumbrados a la Liga MX y cuando vienen los equipos fuertes sí que pegan las ganas de ir. Logré ver al americanista en su intento por gritar los goles de Necaxa. Hubo algunos con sudaderas de España, Real Madrid o de Tigres que simplemente querían ver un buen partido de futbol. Por cierto, Aguascalientes aún no está lleno de Hidrorayos.
CERCANÍA DE CIUDADES
Hubo gente de Zacatecas, Jalisco y San Luis Potosí. El host del estadio reveló esa data y vaya que sí había gente de esos estados. Claro, ¿cómo no ir a ver a Chivas? Incluso por un precio más barato. Definitivamente el gasto no fue problema y se llenó el estadio.
Juanáticos, fue un buen partido. Se vivió un juego interesante donde Necaxa pudo haber ganado, pero un error de Barovero y otro de la defensa lo impidieron. ¿Acaso será la pauta para que Almeyda y sus chavos retomen su nivel?
Ah, por cierto, logré ver el ingreso de Mati Fernández. Uff, ¡qué jugadorazo!