El juego entre Raiders y Texans, que se disputó en el Estadio Azteca, podría ayudar a demostrar, de manera indirecta, que el grito 'Eeeh, pu…' no es una forma de violencia ni de discriminación de la afición mexicana al portero rival del Tri.
En una investigación realizada por la organización Non Violence, proyecto que se encarga de realizar actividades deportivas, culturales y musicales con el fin de erradicar la violencia, encabezado por la socióloga Mercedes Alduerne, en diversos eventos realizados en el Estadio Azteca, para analizar la presunta muestra de discriminación de la afición mexicana, se concluyó que si bien la expresión no es una conducta adecuada, no contiene un alto nivel de violencia cultural y proponer alternativas para mejorar y erradicar dichos comportamientos.
“La violencia cultural son manifestaciones violentas físicas y verbales, las cuales son vistas, percibidas y avaladas como inofensivas debido a las costumbres de la comunidad en la que ocurren. En el caso de la afición mexicana, los comportamientos en eventos masivos son avalados como parte de la cultura de diversión de las costumbres mexicanas por lo que la mayoría de los actos son vistos como parte de un juego o ambiente sano… La cultura de impunidad (falta de castigos reales) que impera en los escenarios y eventos fomenta que este tipo de actitudes formen parte de la cultura cotidiana”, se lee en el estudio de la organización.
“El grito de ‘Eeeh, pu… es una manifestación que se ha adoptado en todos los eventos públicos masivos, en su mayoría en eventos deportivos, como un grito de reconocimiento y pertenencia, un grito que nos hace sentir parte de la afición y que no importa la edad, situación socioeconómica, afición o creencia religiosa, ya que el grito se ve como unísono y divertido”, agrega Non Violence, que pone como ejemplo para demostrar esto ponen como ejemplo que esta expresión se usó para ambos pateadores durante el duelo de la NFL celebrado en el Estadio Azteca.
“No importa si es futbol soccer o futbol americano como ocurrió en el partido de los Raiders vs Texans, en donde ambos pateadores fueron coreados en el típico y acostumbrado cántico. Igual se puede ver niños de 5 años alentados por sus padres que adultos mayores. Familias de clase A, B, C y las más humildes gritando todas bajo la misma tonada. Los estadios se han convertido en templos para entonar con júbilo el ‘Eeeh pu…’ a cada despeje”, señala el documento.
Por esto, se plantean medidas que van más allá de una campaña en video, como la que ya realiza la Federación, las cuales “deberán de formar un cúmulo de actividades que propongan a los aficionados una emoción diferente”.
“En otras ligas y deportes de mundo ya han ocurrido casos de violencia cultural en donde los encargados de los inmuebles han utilizado campañas bien aplicadas así como herramientas musicales, gios y hostess, pausas con porras e himnos los cuales distraen a la afición y los arropa en un nuevo acto de masa divertido”, agrega el estudio.
Para tratar de demostrar que este proyecto es posible, durante el primer partido del América en el Mundial de Clubes, Non Violence utilizó animadores quienes alentaban a los seguidores a hacer porras y cánticos, distrayendo la oportunidad de gritar el calificado por FIFA como grito homofóbico.
La afición de México se ensañó contra el arquero rival con el clásico grito. Mexsport
En el segundo tiempo se detuvo la acción, con la finalidad de observar que motiva a gritar y fue justamente después del gol de la victoria “que el júbilo y alegría detonaron el ‘eh pu…’ como símbolo de Victoria sobre el equipo coreano”.
Para el juego contra el Real Madrid se utilizó la técnica de los animadores durante todo el encuentro en un partido donde la afición guardó silencio todo el tiempo y en lugar de escuchar el eco del grito, se oían las porras del América, que no guardaron silencio ni un solo minuto “demostrando que se puede erradicar el grito”, según explica la organización.
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“Una conclusión importante es no importa cuán grave sea el uso de grito y las consecuencias inmediatas en torno a sanciones para la institución que reglamenta el fútbol o los espectáculos deportivos, las personas en una sociedad como la mexicana no generarán una consciencia inmediata ante la prohibición de grito, se necesita una constante campaña real, donde se vean propuestas lo suficientemente entretenidas para opacar esta actividad que aunque no les guste a su mayoría es considerada violencia”, concluye el proyecto.