Algunos aficionados abandonaron el Levi's Stadium, pero los que permanecieron comenzaron a jugar en contra de la Selección Mexicana ante la escandalosa derrota frente a Chile 7-0. El objetivo de los gritos fue Guillermo Ochoa.
Durante todo el partido los mexicanos corearon en repetidas ocasiones el grito homofóbico “ehhh puto” ya señalado por la FIFA. Al principio contra el chileno Claudio Bravo y para el final, en contra del portero tricolor. La abucheada fue en general por la molestia de ver a un equipo que no hacía mucho por mantenerse como digno rival en el campo.
A pesar de que los aficionados mexicanos fueron mayoría en las gradas, en los últimos minutos del juego se unieron a la fiesta de los andinos al punto de gritar “olé” cada que los chilenos tocaban el balón en señal de inconformidad contra su propia selección.