La lucha ha empezado y la primer batalla la ganó el “puto”. La Federación Mexicana de Futbol anunció que impulsaría una campaña. La llamó “Abrazados por el futbol”. Ante Canadá no funcionó.
Lo asegura NonViolence, fundación que intenta eliminar la violencia. Explica en 10 puntos las razones por las cuales la gente que asistió al Estadio Azteca no hizo caso.
Destaca que hubo muy poca difusión. También faltó el aviso previo. No hay un “objetivo claro hacia el aficionado”. Éste no recibe el mensaje de que el grito es algo incorrecto. Mucho menos comparte la consideración de los organismos que intentan erradicarlo. Casi el cien por ciento de los encuestados en el inmueble cree que no es homofóbico, a cambio lo ve como una expresión de mexicanidad.
El organismo detalla que los mexicanos tomaron la campaña como un reto y reaccionaron negativamente. Desde el primer saque de meta canadiense llegó el “eeeeeh, ¡puto!”y sólo el Cielito Lindo evitó que se escuchara de nuevo.
Finalmente menciona que para que funcione, el mensaje debe repetirse cuando menos durante un año para ser reconocido por los aficionados y dos para que haya resultados visibles. Así ocurrió con #amigosdelfutbol. En el caso del grito tomará de tres a cinco años que los fanáticos se acostumbren a evitarlo y seis para que no se escuche en los estadios.