Por: Roberto Quintanar
Aquella imagen del Gustavo Matosas exitoso y bicampeón con el León es hoy una pintura resquebrajada. El que fuera hasta esta tarde el estratega del Atlas fracasó en su intento por hacer ganador a un equipo que añora con vivir mejores tiempos.
El uruguayo no contó con la paciencia de la directiva rojinegra. Con 17 unidades en 14 partidos, y tras haber cumplido todas las peticiones de Matosas, la cuerda se rompió por lo más frágil y el director técnico quedó fuera de la institución tapatía.
Ninguna crisis de resultados había tocado antes al entrenador, pero parece que para Atlas no había tiempo para proyectos a largo plazo. Ni siquiera los antecedentes positivos o la cercanía del fin de torneo fueron motivos suficientes para no tomar una decisión de este calibre.
Habiendo pasado en León por una etapa similar en el Clausura 2013, cuando su equipo sumó apenas 16 puntos y quedó lejos de los puestos de liguilla, la dirigencia esmeralda decidió aguantarlo y vino el bicampeonato con el que grabó su nombre con letras doradas en la historia de La Fiera.
De hecho, la efectividad de Matosas con Atlas, del 40%, es la más baja del entrenador precisamente desde aquel Clausura 2013 con León, cuando fue del 31%.
Todavía con posibilidades de clasificar debido al partido pendiente que tienen contra Chivas, los Zorros decidieron dar un golpe de timón radical apostando por un regreso casi milagroso con nueve puntos en disputa. El tiempo dirá si la decisión es la adecuada, aunque por ahora, faltando sólo unas semanas para terminar el torneo, parece una decisión poco coherente.