El Campeón se presentará. Barcelona llega a una ciudad que lo vio coronarse. Luis Enrique enfrenta a un rival que antes dirigió. Más allá de declaraciones diplomáticas prefiere ser directo. Su equipo es favorito para ganar. Es el monarca vigente. Ese es su mejor argumento.
No se confía. Hace unas semanas en el Nou Camp, la victoria fue para los suyos. Antes que recordar o tomar como ejemplo el partido, entiende que el momento era distinto, se trataba de la pretemporada. Las cosas han cambiado. Elogia al rival. “Esta Roma presiona, sabe jugar el balón”, asegura.
Hace unos años la capital de Italia fue suya. Era el responsable de llevar a uno de sus dos equipos a lo más alto. “Vine aquí, se me trató muy bien, me dieron confianza y hay gente que aprecio”. Se concentra en recordar