En una temporada donde las complicaciones están a la orden del día, el Gran Premio de Austria no fue la excepción para Red Bull. Si bien son ‘locales’, la escudería y Max Verstappen no pudieron hacer una buena clasificación. El piloto neerlandés no se tardó en mostrar su enojo con directivos e ingenieros, en medio de rumores de una posible salida a Mercedes.
Max Verstappen larga en séptima posición y lanza dardo al RB21 en GP de Austria
A mitad de temporada y con solo 2 victorias (Japón e Imola), el panorama para Max Verstappen y Red Bull no luce muy alentador. El funcionamiento del RB21, más los cambios de compañeros y otras cuestiones, dificultan las posibilidades de que Mad Max sea tetracampeón de Fórmula 1.
Los inconvenientes dentro de la escudería austríaca están a la vista y quedaron reflejados una vez más este fin de semana en su propia ‘casa’. La clasificación en el GP de Austria dejó a Verstappen saliendo en la parrilla en la séptima posición, y a su compañero Yuki Tsunoda desde el puesto 18.
Esta situación no tardó en enfadar a Max Verstappen con su equipo de trabajo, ya que deberá ‘remontar’ en la carrera de este domingo si no quiere perder pisada en el campeonato de pilotos. Todo esto, en medio de fuertes rumores de un posible fichaje a Mercedes en 2026.
“El coche es completamente inconducible. No tengo agarre”, soltó el tetracampeón en diálogo con sus ingenieros tras la qualy de este sábado. Está claro que el RB21 no le aporta lo suficiente para sentirse cómodo en la pista, como sí pasó en años anteriores.
Lo que también sorprendió después fueron sus declaraciones con la prensa, donde parece rendido ante el poderío de McLaren esta temporada. “Ojalá mañana podamos pelearle a Ferrari y Mercedes”, expresó Max Verstappen en diálogo con Sky Sports, visiblemente molesto.