Por: Llanely Rangel
El 8 de abril de 2010, Jorge Vergara hizo un llamado a los medios. De traje gris y corbata morada entró a la sala. Su rostro lucía un sonrisa pícara, como de quien guarda un secreto que podría cambiar el sentido del mundo. Bajo la manga, tenía un jugoso negocio que presumir. Ese día anunció el fichaje de Javier Hernández al Manchester United. Presumió que logró un acuerdo de 139 millones de pesos y, de pilón, una presentación del club inglés en México.
¿Qué cuesta 139 millones de pesos? El avión presidencial, una casa en el centro de la Ciudad de México o tres automóviles de lujo. Pero en la mente de Vergara se trataba de un buen pacto, un joven de 22 años al que el club Guadalajara había preparado durante más de una década por fin le daba frutos. Le ayudaba a sanear sus finanzas, justo cuando el equipo había gastado 2,000 millones de pesos en su nuevo estadio: Omnilife.
La satisfacción le duró poco. Para los medios ingleses el jugoso negocio de Vergara era en realidad una ganga y así aparecía en sus portadas. Para el futbol europeo Javier tenía tres características necesarias para ser un futbolista con un futuro exitoso: talento, juventud y una imagen comercial intachable.
“Hemos hecho un traspaso fantástico, sin duda. Le hemos robado, fue un proceso bastante largo en traerlo aquí”, señaló Ferguson, entonces estratega del club inglés, días después en referencia al fichaje.
En tan sólo un año, Chicharito logró elevar el valor de su carta a 315 millones de pesos, más del doble del costo en el que lo adquirieron los 'Red Devils'. Al dueño de las Chivas, que es un inteligente hombre de negocios, no le quedó más que reconocer la pérdida.
“Siempre he tenido muy claro en la vida que tú haces tu negocio, el que sigue hace otro negocio, y no me causa ninguna envidia ni ningún problema, sé que ellos lo van a crecer, sé que se va a convertir en el jugador más caro del Manchester y si deciden venderlo, lo van a vender en un dineral, y no me causa ningún remordimiento porque nosotros hicimos una muy buena utilidad de cero a miles de por ciento, así es que lo veo como un halago lo que han declarado en el club”, explicó Vergara en una entrevista con Fox Sports.
La carta de Chicharito ha llegado a valer hasta 364 millones de pesos. La última vez que se valoró en dicha cantidad fue en 2013, cuando llegó a cincuenta anotaciones con el Manchester United, en 6 mil 664 minutos jugados: un promedio de un gol cada 133 minutos.
Tras ser relegado a la banca y su traspaso al club merengue, en la actualidad vale 165 millones de pesos, pero luego de la actuación de ayer en la Champions League, en la que su gol significó el pase del Real Madrid a la semifinal del torneo, sólo necesita constancia y empeño para volver a sobrevalorar su carta y que Vergara se vuelva a dar de topes en la pared al recordar aquel 8 de abril.
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