Hace cinco años, cuando debutó con los Diablos Rojos del México, los sueños de Roberto Osuna no eran muy distantes a la realidad que hoy vive. El serpentinero originario de Sinaola da sus primeros pasos en Grandes Ligas con una firmeza y temple extraordinarios para un joven de 20 años.
La misión del lanzador de los Toronto Blue Jays en su debut no era sencilla. Octavo rollo, casa llena para el rival (nada menos que los Yankees) y tendría que enfrentar al peligroso Alex Rodríguez. Pero el mexicano mostró su calidad al recetar chocolate a su oponente, quien incrédulo retó con la mirada al umpire de home para justificar que su madero fuese hechizado por el Osuna.
“Cañoncito” hizo honor a su apodo al dominar a su siguiente rival, Stephen Drew, quien sacó un elevado que José Bautista atrapó sin problemas. A pesar de la destacada labor del mexicano, Toronto terminó cayendo por 4-3.
Osuna también marcó un hito en la historia de la franquicia canadiense. A sus 20 años y 60 días, se convirtió en el lanzador debutante más joven que se ha subido a la lomita con el uniforme de los Blue Jays.