El jugador del Porto Alegre, Fabrício, fue protagonista de una penosa escena en Beira-Rio. A la mitad del segundo tiempo de la victoria de su escuadra sobre Ypiranga, por el Campeonato Gaúcho, perdió el control de si mismo, irritado con los seguidores de su propio equipo el defensor perdió la cabeza e hizo una grosería, por lo que inmediatamente fue expulsado.
Después de recibir la tarjeta roja, Fabrício se quitó la camiseta, la arrojó al pasto y afirmó que renunciaba, que no jugará más para el Internacional.