Javier Hernández apareció en conferencia de prensa vestido con un traje gris y una corbata azul, en una total apariencia de serenidad. Es su presentación como nuevo jugador del Bayern Leverkusen.
“Danke”, que en español se traduce como gracias, es la primera palabra alemana que pronuncia el mexicano mientras se acomoda en la silla. La calma después de no saber en qué equipo jugaría está temporada a vuelto a él, se le nota a cada gesto.
La primera pregunta es sobre su elección por el conjunto de la Bundesliga. “Ellos me hicieron sentir querido. Que iba a ser un jugador muy importante. Era una decisión no tan complicada. Quiero volverme a sentir importante y feliz. Quiero encontrar la felicidad. Quiero ayudar y lograr cosas importantes. Me han hecho sentir muy querido. Espero lograr cosas en mi cabeza y en mi corazón”, dice con la sonrisa que siempre le ha caracterizado.
El siguiente cuestionamiento no es tan cómodo, le piden una opinión sobre el técnico del Manchester United, Louis Van Gaal, quien no lo quiso más en su plantilla. “Van Gaal es un gran entrenador. En gustos se rompen géneros y él trabaja a su manera”, dice el mexicano con seriedad pero sin rencor aparente.
Su nuevo técnico Roger Schmidt toma la palabra, afirma que espera muchos goles de Hernández, halaga su movilidad en el área y su olfato rematador, asegura que ya lo habían estado siguiendo y espera juntos hagan un buen papel.
“Danke”, vuelve a repetir el mexicano. Mientras sale en calma por la puerta. Ahora puede volver a soñar, ya tiene un equipo y un técnico que lo respaldan. Podría debutar el próximo miércoles con el conjunto alemán en juego amistoso contra el Paderborn, antes de viajar a Estados Unidos para su participación con la Selección Mexicana.
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