Que suerte tienen los que no se bañan sino pregúntenle a Jaime Lozano, quien prácticamente ya es un hecho que se nos quedará en la Selección Mexicana. 

Pero la duda es ¿Hasta cuándo? ¿Hasta el Mundial 2026? Pues no mis Juanáticos tricolores, también seamos realistas, ganar la Copa Gansito, que diga, la Copa Oro, no es gran cartel.

Ya sé, muchos van a decir que sí porque agarró al equipo tras una inesperada salida de Diego Cocca. Pero siendo justos ya tenía un equipo armado, y no había mucho que hacerle, sólo ponerlos a jugar. 

Pero ya, no me voy a meter con su Jimmy de sololoi porque vamos a salir deschongados. Lo que sí es una realidad es que sí tiene una fecha límite y que ese sí sería su examen más importante

¿Hasta cuándo se quedará Jaime Lozano en la Selección Mexicana?

Según mis compas de Récord se confirmó que su estancia con el combinado azteca será hasta la Copa América de 2024.  

¿Qué, Quéee? Así como lo leen mis Juanáticos tricolores, hay Jimmy para rato. Esto es lo que le ofrecieron como su última prueba antes de decidir si realmente tiene los tamaños para llegar a una Copa del Mundo.

No sé, creen que es Scaloni o qué, pero la neta la oferta está muy buena. Pues sin tener un gran cartel le están poniendo en bandeja de plata una de las competiciones más importantes del mundo. 

Ya que no nos olvidemos que juegan el actual Campeón del Mundo, Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, vamos, de las TOP, TOP del mundo.

Además de que recordemos que será el regreso de México en esta competencia. Primero eso sí, deberá hacer un papel cumplidor en los duelos amistosos ante Australia, Uzbekistán, Ghana y Alemania.

Porque si de plano no da una, el Jimmy se nos va. Y seguro ya se andan preguntando quien carambas tomó esta arriesgada noticia.

Pues no se lo van a creer, las Divas de la Selección, es decir, los jugadores como el caso de Henry Martín, Memo Ochoa, y compañía

Ya que esta vez se les tomó en cuenta su opinión al respecto de esta decisión. Algo que puede ser un arma de doble filo. Pues pueden agarrar el caminito y ser los nuevos caciques del Tri, que ya están a nada, por cierto.