Por Asairi Nava
Zizou opinó que el Fantasmita merecía obtener el máximo galardón individual después de aquella joya de gol que le dio el título de Campeón del Mundo a España en 2010.
La temporada que realizó superaba con creces a lo hecho por Lionel Messi. No había nadie más, era Iniesta o nadie.
El galo obtuvo el premio después de ganar la Copa del Mundo en 1998, se declaró admirador del juego que despliega el manchego. Sabe que verlo partir es un momento difícil para todos los que lo enfrentaron.
Su sencillez fuera del campo y su explosión dentro de él, lo hacen un jugador único, esto es lo que más admira Zidane, que habló más con el balón en los pies que abriendo la boca.
Se va el mago del mediocampo culé, y solo existen palabras de aliento y deseos de que le vaya mejor donde sea que esté.