En un partido desastroso, un futbolista tenía que ponerle calma a las cosas. Lo mandaron en una posición que no domina y aun así rifó. Fue el dueño del medio campo mexa.
Se trata de Víctor Guzmán que cuando juega con Tuzos se rifa como media punta, pero ahora contra Estados Unidos lo hizo como contención y no falló. A la hora de defender estaba atento, tocaba el balón de buena forma y hasta tuvo su chance de gol. En los momentos más oscuros de la selección, Guzmán tomaba la bola y todo se tranquilizaba.
El chavo es el futuro del medio campo, no se achicó, sintió la rivalidad e intentó irse con todo. El Tuca sólo lo dejó rifarse 79 minutos, pesó la expulsión de Zaldívar. Todavía tiene mucho por dar, si lo hubieran metido en su posición, en una de esas y el marcador era distinto.