Por Eduardo Zúñiga
Desde aquellos días en que se celebraban los goles del chileno Edson Puch, en el interior del Estadio Victoria, no se sentía tal ambiente de algarabía con algún elemento, ni tanta felicidad al momento de anotar un gol como con el ahora delantero con casaca numero 32: Carlos González Espínola.
El delantero centro que llegó en el Apertura 2017 y que en su primera temporada registró cuatro goles en diecisiete partidos jugados, se perfila para comenzar a ser uno de los hombres que marquen diferencia en el plantel que comanda Ignacio Ambriz, ya que en este Clausura 2018, en tan solo ocho partidos, acumula una cuota goleadora de seis goles, anotándole a Chivas, Cruz Azul y doblete ante los equipos de León y Monterrey; teniendo una efectividad tres veces mayor que la del anterior torneo y a pocas anotaciones de superar la marca registrada por uno de los hombres más queridos por la afición en los últimos tiempos: Edson Puch.
Este fin de semana se enfrentó ante el goleador de la liga Djaniny Tavares, en encuentro en el que por cierto, los de la comarca, así como el caboverdiano, se llevaron el encuentro. Éste último con una anotación, aún así la afición necaxista no pasa en alto cuando pelea los balones y que no da ninguno por perdido, hecho que incluso en partidos anteriores, cuando se realiza un cambio, se le reconoce con aplausos.
Solo basta esperar si el tiempo, sus actuaciones y la afición, todo en conjunto, se encargaran de arropar al nuevo goleador rayo, eso si antes no decide terminar con el cariño de la afición aguascalentense, como su último gran ídolo que prefirió emigrar a otro equipo y terminó por destruir los corazones necaxistas. Hasta aquí mi reporte juanáticos.