Estaba el Pollo sentado y se asustó;
de pronto lo que nadie se imaginó,
es que la muerte se le apareció.
La flaca lo señaló y le replicó:
¡Alfredo Saldívar, tu momento ha llegado!
Ya que al América ninguna le has atajado
y en el último minuto los han empatado.
El meta con todo su valor
a la huesuda le dijo en tono retador:
“me voy contigo si un penal me logras anotar,
pero si yo gano, en el Pedregal me voy a quedar.”
Sobre el manchón, La muerte el esférico colocó
retrocedió y algo de impulso tomó,
pero al final el balón volando salió;
tras el duelo, la muerte llorando le mencionó:
“tuviste suerte está vez, pero tu castigo será que por muy bueno que seas,
a la selección nunca llegarás”