En el partido más importante del Mundial para México, Osorio nos sorprendió al poner de titular a Rafita. Esa apuesta levantó muchas cejas porque ante la velocidad de los brasileños, parecía que ponerlo sería una desventaja.
Únicamente lo vimos 45 minutos y ahí se rifó en lo que mejor sabe hacer, fue la balanza en la cancha para los nuestros. La misión era secar al mejor de Brasil en el torneo, Coutinho difícilmente encontró espacio para ser ese revulsivo que había sacado las papas del fuego en anteriores partidos.
Se le vio bien, robó balones y también se encargaba de que el juego no se rompiera como sucedió contra los suecos. Fue una pieza fundamental junto a Ochoa para aguantar el cero en el primer tiempo, para la segunda parte se sintió su ausencia porque a los mexas les llegó la ola verdeamarela.
Al final, desde la banca vio las anotaciones de Neymar y Firmino que significaban además de la eliminación de la selección, el fin de su carrera como futbolista. Eres grande Rafa, fuimos unos privilegiados al verte desparramar talento durante cinco mundiales. Hasta en tu último partido fuiste sobresaliente como en toda tu carrera.