Real Madrid ha cerrado las puertas a Chicharito para la siguiente temporada. La mejor versión de Javier Hernández no ha sido suficiente para convencer a la directiva blanca de hacer válida su compra y deberá buscar un nuevo refugio.
Chicharito llegó al conjunto merengue como última opción antes del cierre de fichajes tras una operación relámpago del conjunto blanco después de que Ancelotti se pasara los tres meses del verano reclamando el fichaje de un delantero. Aterrizó el pasado 31 de agosto en la capital española para realizar los trámites pertinentes que le permitieran soñar con anotar en el Santiago Bernabéu . La presentación fue modesta, pero desde el inicio conquistó a los medios locales con la enjundia al expresar sus deseos de debutar con los merengues, un reto que sonaba complicado después de ser relegado por Louis van Gaal del Manchester United.
Carlo expresó más de una vez la necesidad de tener un delantero suplente de cierto nivel para dar un respiro a Benzema, que terminó la temporada lesionado primero en la rodilla y luego muscularmente agotado. Florentino no quiso escuchar las súplicas de Ancelotti después de haber invertido más de 80 millones por James y casi 25 por Kroos. La única opción era vender a Di María al mejor precio posible para equilibrar la balanza.
Chicharito no era el jugador que había pedido Ancelotti, pero Carlo calló. Javier nunca bajó los brazos ante la falta de oportunidades y se hizo presente cuando el equipo lo necesitó. Sobre todo con aquel gol en el partido de vuelta de los cuartos de la Champions ante el Atlético de Madrid. Fueron sus 5 minutos de gloria.
La cuentas de Chicharito en el Madrid cuadran a la perfección. Disputó 1.357 minutos y 9 goles, colocándolo como uno de los delanteros más efectivos de La Liga; sin embargo, las cifras se vuelven un factor sin importancia tras la negativa de Florentino de adquirir al mexicano.