Raúl Jiménez no quiso irse del Benfica y los portugueses tuvieron que decir “bye” a los 40 millones de euros que los chinos ofrecieron por él.
Sin drafts ni pactos de caballeros, el delantero mexicano demostró amor por su carrera al preferir el nivel que los billetes.
“Acá la opinión del jugador cuenta”, dijo al periodista David Faitelson cuando éste se preguntaba los por qué lo de Raulito no se hizo.
¡Así se habla!