La mala suerte de Charlie Edwards ha sido difundida a través de las redes sociales, luego de que su pequeña perrita, Elsa, se comiera las cuatro entradas que había comprado para presenciar el partido entre el Chelsea y Manchester United el próximo 18 de abril, en Stamford Bridge. El joven galés pagó 300 dólares por cada boleto con la idea de pasar un fin de semana perfecto en compañía de su familia.
Hundido en la decepción, Edwards recurrió a Twitter para contar su historia y pedir al Chelsea que lo apoyara para asistir al partido. “Ellos no emiten duplicados de entradas pero espero que la foto sirva para convencerles de que las entradas se las comió el perro y que no se trata de un caso de picaresca”, escribió.