Lo de Guillermo Ochoa no tiene nombre, otra vez se vistió de héroe en un Mundial, eso sí, no puede hacerlo todo solo, México jugó para hacerlo figura y hacer crecer su nombre.
Rusia fue un buen torneo en lo individual, lució aun mejor que hace cuatro años. Nada ha sido cosa de suerte, solo trabajo y constancia para su propio trabajo y de paso callar a los detractores que tanto lo critican.
Su sacrificio por arriba y por abajo fue notable a lo largo de los cuatro partidos del Mundial, mostró madurez, confianza y una actitud enorme. Es un portero que le vienen bien estos torneos, en una Copa del Mundo siempre se crece quieran o no.
No por nada es el mejor portero con 20 atajadas, nadie tiene más que él, así que no les sorprenda que pueda ganar el Guante de Oro a pesar de ya no estar para la final. Sus intervenciones contra Alemania ayudaron a una victoria histórica, contra Corea permitió un resultado justo, con Suecia nada que hacer y frente a Brasil evitó una goleada de aquellas.
El carácter que demostró es digno, cada que tapaba daba indicaciones para evitar otra igual, movía a todos. El mejor de todo el equipo por mucho, tal vez se le comparará con Vela o Lozano, pero cuidar la portería no es nada fácil, sino pregúntenle a François Meme.