En la noche del 19 de noviembre de 1969, el Maracaná fue testigo de la hazaña del futbolista considerado por muchos como el más grande de todos los tiempos. Edson Arantes do Nascimento, Pelé, anotó su gol 1,000 ante una enloquecida afición.
Irónicamente, aquel histórico gol no fue producto de una jugada espectacular o un momento de magia de 'O Rei', sino de un penal. A las 23:11 horas, Pelé se enfilaba desde los once pasos para poner el balón pegado al poste izquierdo de Edgardo Andrada, portero de Vasco da Gama. Reporteros y aficionados invadieron el terreno de juego para levantar en hombros al hombre récord.
Santos ganaba el partido 2-1, pero eso ya no importaba. Pelé era ya inmortal.