Menos de tres meses después, Gustavo Matosas reaparece en el Estadio Azteca. Ese sitio ha sido para el estratega charrúa un lugar de glorias y sinsabores.
Con León, Matosas vivió la dulzura del título del torneo Apertura 2013, su primero en el máximo circuito del balompié mexicano dando cuenta del América en una final que el equipo del Bajío dominó de cabo a rabo. Los esmeraldas se impusieron por 3-1.
No pasó mucho tiempo para que Gustavo tomara las riendas del cuadro azulcrema. Su periodo en el equipo más ganador del balompié mexicano no fue el mejor: fue constantemente cuestionado y los resultados no le acompañaron pese al título de CONCACAF que levantó en Montreal frente al Impact.
El Azteca no fue su cómplice el semestre pasado. Fue ahí que su tumba como estratega del América terminó de cavarse en los cuartos de final del torneo pasado, donde su equipo fue victimado 4-3 por los Tuzos del Pachuca.
Con deseos de revancha, Matosas hoy buscará borrar el más amargo recuerdo que tiene del Coloso de Santa Úrsula para reescribir una página gloriosa, esta vez como timonel del Atlas.