Por Oz Martínez
Hay jugadores que a pesar de ganar millones y ser conocidos a nivel mundial nunca olvidan sus raíces y de dónde surgieron para triunfar en el futbol. Sadio Mané es uno de ellos.
Y es que la estrella del Liverpool se rayó con su pueblo natal en Senegal, un lugar llamado Bambali donde todavía vive su familia, mandándoles 300 playeras de los Reds para que mañana las estrenen viendo la Final de la Champions League ante el Real Madrid, lo que ha sido todo un suceso entre la gente.
Así que mañana al goleador africano su barrio lo va a respaldar a la distancia y él espera devolverles su cariño regresando a casa con la medalla de campeón colgada del pecho, ¡Bravo, crack!