Por: Ángel Armando Castellanos | @aranha_azul
Hace un año el mundo se enteró de la muerte de uno de los cómicos más importantes de Latinoamérica: Roberto Gómez Bolaños Chespirito. Futbolero desde siempre. Inolvidables sus juegos a ser Enrique Borja junto a Quico. Inolvidable también su afición recalcitrante al América. Hoy lo recordamos con siete frases que bien podrían aplicarse en la cancha.
Se me chispoteó
Lo primero que se viene a la mente es el Preolímpico de 2008. Todos los delanteros mexicanos -especialmente Santiago Fernández, Enrique Esqueda y Luis Ángel Landín- debieron decirla después de sus fallas contra Haití. También aplica para Rafael Márquez a la hora de hacerse expulsar en un partido importante con la Selección Mexicana.
Ya te tocó el ocho
Lo pensó, lo dijo o sólo suponemos que lo hizo. Cuauhtémoc Blanco en el América – Sao Caetano de la Copa Libertadores 2004. No aguantó la frustración de caer en su casa. La descargó contra los brasileños. Ahí arrancó una pelea monumental. Miembros de la barra principal de los locales también participaron.
Ya le dio la garrotera
México en el cuarto partido. Cruz Azul en las finales. El Real Madrid tratando de destronar al Barcelona. Da igual el momento que vivan. Normalmente se quedan congelados. Parece que esta sí va a ser la buena y el resultado esperado -por ellos- nunca se da.
¡Sas! ¡Y…! ¡Sas!
México a la hora de presentar a su nuevo entrenador. Se le atribuyen toda clase de cualidades. Es el nuevo salvador. El alboroto por su llegada es mayúsculo. Normalmente el juego termina en medio de reclamos por falta de resultados.
No contaban con mi astucia
Chicharito cada vez que anota un gol de churro. Nadie espera su movimiento. Nadie espera que él salve a su equipo de una catástrofe. Entonces aparece para rematar y marcar el gol que devuelve el aliento a su afición.
Que no panda el cúnico
Pasaba muy seguido con Raúl en el Real Madrid. El hoy retirado disfrutaba los momentos de presión. Le encantaba aparecer cuando la situación generaba zozobra. Marcaba un gol con definición de fantasía. Se besaba el anillo y todo era paz para los suyos.