Al tratarse de un torneo que reúne a los mejores equipos del mundo y que tiene un alto impacto mediático, la UEFA no puede permitir que los participantes se comporten de forma tradicional en sus torneos. Es por ello que desde su primera temporada, el Leicester City ya fue testigo de los exigentes métodos que le pide la organización a los clubes que juegan la Champions League.
La primera en ser recriminada fue la mascota “Fibert Fox”. Este simpático personaje, que constantemente está presente en los partidos del campeón de la Premier, solamente podrá aparecer en la foto oficial del equipo si existe una petición previa, y la botarga no supera el tamaño del humano promedio.
Por si fuera poco, la UEFA tiene reglas hasta para el corte de pasto. ¡Sí!, el césped debe estar tan planito que se vea perpendicular a la línea de banda en la transmisión televisiva. Para acabarla de amolar, la música que suena cuando un equipo anota gol, solo puede sonar 15 segundos… y también está sujeta a la aprobación de la UEFA.
¡Bienvenidos a la Champions!