La carrera de Gianluigi Buffon en el futbol ha sido tan grande y tan legendaria que aún nos da para ver más récords y una que otra anécdota que no dejan de sorprendernos.
Y es que en 1995 Gigi se estrenaba con el Parma en la Serie A contra el AC Milan, equipo al que acababa de llegar como figura desde el PSG el crack liberiano George Weah, a quien se dio el lujo de secarlo frente al arco para firmar un sorpresivo empate sin goles para dejar una grata impresión entre los tifossi del equipo cruzado. Weah ganaría ese año el Balón de Oro.
Ahora, en una de esas vueltas de la vida, a la leyenda italiana le toca compartir vestidor en el PSG ni más ni menos que con el hijo del que fuera su rival aquella vez, Timothy Weah; y no sólo eso, sino que también le tocó ver en primera fila cómo anotaba su primer gol con el equipo ante el Bayern Munich en la Internacional Champions Cup para poner las cosas 1-0 a favor de los franceses, aunque al final cayeron 1-3.
Una muestra de cómo el destino siempre nos deja con el ojo cuadrado con tantos giros que de un momento a otro nos puede dar.