Por Tomar Bruno
El actual técnico del Tri, reveló a un medio inglés que sus planes a futuro no atraviesan por tierras mexicanas, y que por ende su continuidad no está asegurada.
Es evidente que la conexión entre Juan Carlos Osorio y el gremio nacional no es la optima, pese a que algunos directivos y dueños de equipos digan a los medios que su apoyo al trabajo del colombiano es incondicional, pero no hay que ser un experto en futbol para conocer que el método que ha desarrollado no es del agrado de nadie, inclusive ni de los mismos jugadores que han estado en todo el proceso mundialista.
Las rotaciones y los cambios de posición en los jugadores, han provocado un hartazgo en toda la afición mexicana que no entiende a qué se deben demasiados experimentos en el combinado nacional, ni cómo ciertos jugadores se han puesto la verde cuando semana a semana ven los partidos de sus equipos desde la banca (si bien les va) o en su defecto desde la tribuna.
Pero lo preocupante no atraviesa por saber si Osorio es o no el que les cae bien a todos, sino el tema pasa por lo futbolístico, pues a escasos meses de que arranque el Mundial, la Selección no tiene ningún estilo ni idea de juego, así como en su momento lo presentó en la era de Ricardo La Volpe (2005) o Miguel Herrera (2014).
Declarar que de tener un buen Mundial se queda un tiempo más y si pasa todo lo contrario él se marcharía, es sin duda la mejor decisión que ha tomado en todo este tiempo que lleva en México, pues su discurso por mucho que esté lleno de grandes prosas y versos, ya no es creíble para nadie, ni para él mismo que ni siquiera sabe cómo justificar su trabajo. De tal modo que anticipar su salida del Tri, le caerá bien en su última etapa como seleccionador, pues a final de cuentas todo recaerá en la frase: “no importa lo que haga, lo bueno que ya se va”.