Por Asairi Nava
El primer juego de la semifinal de la Copa del Rey nos brindó jugadas emocionantes, atajadas de alarido y remates para llorar por parte de los merengues y culés. Pero de todos los jugadores que vieron acción, Malcom fue quien se llevó las palmas, cuando antes del partido era la gran duda.
El brasileño vivió uno de sus mejores juegos desde que llegó al Barcelona, no sólo hizo ver mal a su compatriota Marcelo todo el tiempo que estuvo en el terreno de juego, también ayudó a su equipo a mantener la paridad, al anotar el gol del empate.
Entre él Vinicius se disputaron el mejor jugador del juego, los dos subían, bajaban, atacaban, se la rifaban a la defensa; aunque el del Barça fue el que supo aprovechar una de las que tanto tuvo para hacerse presente en el marcador.