Por Víctor Yahir Cruz
Seguro que todos hemos tenido el jersey original de nuestro equipo y lo hemos presumido con los cuates. Creemos que nos vemos igualitos que nuestros cracks. Pero hay una mala noticia. Por mucho que juguemos de forma similar que nuestros ídolos o tengamos su mismo corte de pelo, la diferencia está en la camiseta que usamos para sudar en la reta.
Aunque te digan que tiene características idénticas como el ajuste al cuerpo o tela, no posee la misma calidad de las que utilizan los jugadores. Ojo, no digo que tengas una versión pirata de la playera, no te preocupes. Así es con tooodos los jerseys de futbol.
La principal diferencia a la vista está en impresos o estampados. Habrán notado que detalles como los escudos de sus camisetas parecen bordados, o que los patrocinios, nombres y números son hasta cierto punto fáciles de despegar, incluso que los colores cambian un poco el tono a comparación de como se ven en la tele. Esas cositas distinguen a una réplica original de la camiseta que porta un futbolista en los partidos.
Así que la única manera de conseguir una pieza auténtica es hacer que un jugador te la regale, o bien aplicar la del periodista en el Super Bowl.
¿En qué se diferencian las camisetas de juego de las réplicas originales? https://t.co/MC1v6hUwyd pic.twitter.com/qH7VnRg95U
PUBLICIDAD— Marketing Registrado (@MktRegistrado) March 25, 2018