¡Te extrañamos, mamba! El 26 de enero quedará en la memoria dentro del mundo del deporte porque Kobe Bryant, uno de los mejores basquetbolistas de la historia perdía la vida en un terrible accidente. Uno de los últimos ídolos de la nueva era de los Lakers quedó en la historia por la mentalidad, su humildad y la calidad en la duela.
A tres años de su pérdida, el legado del Black Mamba sigue en pie, y además de ser buenísimo en su deporte, era muy fanático del futbol y siempre lo demostró. Un deportista ejemplar y como ser humano, inigualable.
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Aficionado de la pelota
Kobe era muy futbolero, y eso salió por la infancia que vivió en Italia. En diversas entrevistas dijo ser fanático apasionado del Milan, que por esas épocas eran uno de los mejores del mundo, un tal Marco Van Basten era el favorito de la leyenda.
También demostraba su amor por el Barcelona y es que en el cuadro culé tuvo muchos amigos, desde Ronaldinho hasta Henry, y que en algún momento fue dirigido por otro de sus ídolos como lo es Frank Rijkaard.
Neymar fue uno de los más afectados y le dedicó un gol días después de la terrible noticia de su fallecimiento. El mundo del deporte sintió la pérdida de esta figura.
Kobe Bryant, ganador del Oscar
Gracias al cortometraje animado, “Dear Basketball” Black Mamba sumó su sexto anillo, pero esta vez fuera de la NBA. Esta carta al Baloncesto con dibujos de Bryant desde que era pequeño fue digno de ganar la estatuilla más importante en el cine, el Oscar.
El cortometraje es una belleza desde lo visual hasta las palabras de fondo de Kobe, sirve mucho como motivación para seguir haciendo lo que te gusta con ganas y esfuerzo.
Un ídolo en el mundo del deporte, con mucho carisma y que era querido en Estados Unidos, en China y en ciertas partes de Latinoamérica por el buen español que hablaba. Mamba out.