Ustedes ya lo saben. Lo han leído por aquí y seguro que lo han visto. El Real Madrid ha encontrado un filón que llegó a colocar en un avión con destino a Manchester. Hablamos de Keylor Navas, al que los seguidores del equipo blanco adoran y los rivales odian por igual. Ante el Celta no fue una excepción y el portero de Costa Rica volvió a ser decisivo para que el Real Madrid sumara tres puntos y dejara a su equipo como único invicto en La Liga.
Nolito fue el único capaz de batir a Navas. Lo hizo a cinco minutos del final, cuando acertó a colocar el balón en la escuadra. El internacional español se merecía el gol. Lo intentó de todas las maneras que uno pueda pensar, pero no acertó hasta que colocó el balón lejos del alcance de cualquier ser humano. Así de claro. “Ha hecho su trabajo y sinceramente creo que de no ser por él, la victoria habría sido nuestra. Ya no sabía cómo marcarle un gol”, señaló Nolito al término del partido.
El Celta se dejó la condición de invicto, pero eso no fue problema para que su afición despidiera a los suyos entre aplausos y vítores. Lo intentaron hasta el final y lo hicieron fiel al estilo que impone Berizzo, calidad, toque y buen gusto, lo que tiene como consecuencia lo del juego excelso. El problema es que en esta ocasión no fue suficiente, porque enfrente estaba Keylor Navas y diez más. Encima con uno menos durante media hora.
Benítez se acercó a Kroos y le exigió que siguieran presionando. Danilo había puesto el segundo en el marcador y el técnico no paraba en la banda. Advertía a sus jugadores. Los dos primeros tantos llegaron tras sendos robos de balón y Benítez quería más ante lo que podría venir después con un equipo cansado por el partido del miércoles en París.
Razón tenía el entrenador blanco. En la segunda mitad, el equipo blanco se olvidó de presionar y pasó a ser presionado hasta el agobio. Todo parecía controlado, pero no fue así. El gol de Nolito metió el miedo en el cuerpo a más de uno. Y más todavía cuando Giudetti tuvo el balón en el punto de penalti y no supo qué hacer con el esférico. Después Marcelo cerró un partido que parecía un paseo y terminó siendo un sufrimiento.
“Espero que otros también jueguen en sábado”, afirmó Benítez tras el partido por aquello de la guerra de los horarios que tan de moda puso Mourinho, el mismo que hoy ve más de cerca el descenso a la Segunda inglesa, que lo de pelear por la Premier. Curioso que Benítez siga sus pasos.