Bélgica e Inglaterra se disputaban el tercer lugar de Rusia 2018, pero en esta ocasión no hablaremos de eso, sino de la pelea que existía entre los delanteros sensación de ambas selecciones, Harry Keane y Romelu Lukaku en la lucha por la Bota de Oro.
Lamentablemente no podemos hablar de goles de ninguno de los dos, pero sí de algunas imprecisiones y jugadas más colectivas, con un Lukaku que estuvo más cerca de mandar el pase a la red, pero que no pudo marcar y se tendrá que conformar con el segundo puesto.
Sin mojar desde los octavos de final con el penal contra Colombia, Harry Kane se perfila como el máximo romperedes del Mundial Rusia 2018. En su último juego como contra Croacia tuvo una clara para aumentar sus seis pirulos pero la volvió a fallar.
Luce imposible que alguien le arrebate el premio a Hurrikane, pues para alcanzarlo Mbappé o Griezmann tendrían que rifarse con un hat-trick.