En Brasil siguen implementando medidas para erradicar la violencia en el futbol. Hace un mes el club Sport contrató a las madres de los hinchas como guardias de seguridad. Y ahora, para el clásico Gremio-Inter de Porto Alegre, se habilitó una tribuna para que ambas aficiones pudieran ver el partido juntas.
La directiva del Inter vendió los boletos de esta grada a los aficionados asociados al club y la condición era que llevarán a algún conocido, familiar o pareja que fuera hincha de Gremio.
Dos mil aficionados de ambos clubes fueron los que vieron el empate a cero en el clásico del Grenal entre Gremio e Inter.
Pese a que la medida funcionó en la tribuna mixta, en otra parte del estadio se registraron actos violentos de parte de la hinchada de Gremio.