Por Rubén Ramos
Mucho se habló antes del partido sobre la molestia que provocó la ausencia de los titulares croatas como una falta de respeto hacia nuestra querida Selección Mexicana. El que más se molestó fue el profe Osorio, pero la neta después de ver el partido terminamos por agradecerlo. Ahí te va lo que nosotros pensamos que hubiera pasado con los meros meros cracks en la cancha.
Hacer un Argentina
Solamente nos comimos uno contra sus suplentes por su falta de intensidad. Contra los titulares seguro nos comíamos más de cuatro porque por la forma de jugar de los mexas fue para llorar de rodillas. Si Argentina se comió seis de los españoles, ¿qué nos esperaba a nosotros?
El bofe con todo
La exhibición demostrada fue más triste que tú en la friendzone. Los jugadores se veían rebasados o sin ganas de jugar. Con Modric en el campo hasta una peregrinación a la Basílica era más sencilla de disfrutar.
Más lesionados
Su banca nos dejó con dos soldados caídos de cara al Mundial. Los quiebres de Modric o los movimientos en la delantera de Mandzukic probablemente nos hubieran dejado con medio equipo en el hospital.
Nosotros no saldríamos del baño
Hasta nos dolió el estómago después de ver cómo jugó el Tri. La banca exhibió a los de Osorio. Hubiéramos visto un baile con música croata que como consecuencia sería como encadenarnos al baño. Con un chorro de ganas de que se fuera Osorio y un rollo de papel, ¡despertaríamos!
El olé en la tribuna
Ver la masacre sobre México naturalmente sacaría lo peor de los aficionados que andan en tierras gringas. Se le hubieran volteado al equipo, lo que se comprende porque ellos pagan su boleto para ver un buen juego. Los experimentos de Osorio nos matan poco a poco.