Por José Méndez
Dentro de la historia de nuestro futbol, uno de los sistemas que ha sobresalido en los últimos años ha sido el de nuestro bigotón favorito Ricardo La Volpe quien propuso un sistema de juego basado en un 5-3–2, salir con balón controlado y con un juego al ras del pasto, lo que se le conoce como “la salida de novios”.
Con este sistema de juego, se consagró con Atlante y lo logró perfeccionar con Atlas y Toluca; eso le sirvió para catapultarlo hacia el Tri de 2002 a 2006 para convertirse en el único técnico que ha terminado un ciclo mundialista con grandes resultados al frente de la misma.
Muchos técnicos se han integrado a este sistema de juego llamado “lavolpismo”, el cual ha sido guía por los últimos 35 años de hombres como Wilson Graniolatti, René García, Sergio Bueno, el Profe Cruz, Daniel Guzmán, Potro Gutiérrez , Rubén Omar Romano y Jorge Almirón.
Sin embargo, ninguno de ellos ha podido consagrarse desde el banquillo, nadie ha podido triunfar como lo ha hecho su mentor en diversas ocasiones y es que la mayoría ha mantenido un paso gris como estrategas.
En algunos casos entraron como técnicos “contrafuegos” para salvar a un equipo con problemas y después despedirlos o “reciclarlos”. Ahora la mayoría se ha quedado sin chamba.
Aunque eso sí, no podemos olvidar todos los títulos que se han conseguido gracias a esta escuela del futbol: cinco ligas mexicanas, una Copa MX, una Concachampions, un campeonato y subcampeonato Mundial Sub-17, Copa Oro, una confederaciones, una liga argentina.
Aún vemos que en México no se ha terminado de explotar este sistema de juego, el futbol es de innovación constante, así que esperemos que lo apliquen en las nuevas tendencias y que las enseñanzas de mi bigotón queden para siempre.